QUERIDA MAME

En el siglo XXI, la migración internacional sigue siendo un fenómeno notable. Notable y en aumento, pues se estima que actualmente unas 232 millones de personas abandonan su país de origen con el objetivo de mejorar su vida. El próximo jueves 18 de diciembre Naciones Unidas celebra el Día Internacional del Migrante y desde Procomar Valladolid Acoge hemos querido recordar la realidad de la inmigración de un modo diferente.

Nuestra carta de hoy va dirigida a Mame, nombre que no corresponde a una mujer en concreto, sino que recoge entre sus letras a los millones de personas que hacen las maletas y se embarcan en el difícil viaje en busca de oportunidades.

Fuente: Naciones Unidas

Fuente: Naciones Unidas

Querida Mame, ¡bienvenida!

Has ejercido tu derecho a migrar. Lo decidiste hace tiempo: valoraste tus posibilidades y te hiciste cargo de tus miedos e incertidumbres para elegir esta tierra donde sembrar tu sueño de futuro y bienestar para ti y los tuyos.

Llegas por caminos que a veces hablan de hambre de pan y presente o por caminos de miedo por tener un credo, ideología, o sexo  amenazado. Tus pasos denuncian un sistema desigual en el que al mismo tiempo se nos regala la idea de una aldea global y un mundo intercomunicado y por otro lado una realidad de bienestar que  se blinda en las fronteras para quienes no tuvieron “la suerte” de nacer a este lado de la valla.

Eres una de las 230 millones de historias que hoy conmemoramos en la celebración del Día Internacional del Migrante, todas diferentes y todas admirables. Tu testimonio nos habla de valentía y coraje y nos recuerda que nosotros y nosotras tenemos desde siempre algo de ti: Todos somos o hemos sido migrantes.

La crisis de estos años nos ha ayudado a empatizar con tu relato. Quienes hoy te acogemos también nos toca despedir a hijos y hermanos que salen de aquí para buscar su lugar en otras tierras y nuestros mayores se sonríen porque el camino de la migración ya lo caminaron. ¿Será que lo más genuinamente humano es la capacidad de migrar, de ser nómadas como las aves o los vientos? ¿sabremos valorar suficientemente el regalo de poder enriquecernos mutuamente con lo que unos y otros llevamos en nuestros equipajes vitales?

Sabemos que no se trata de poner en la balanza lo que aportas y lo que recibes. Lo importante es que tu presencia cuestiona nuestra humanidad, nuestros valores, nuestros mínimos. Nos agradan los matices que vas a dar a nuestros colores, sabores y acentos. Nos gustará que nuestros hijos jueguen pronto con los tuyos. Gritaremos juntos para que también tu voz sea escuchada: ¡eres ciudadana! Te acompañaremos cuando te sientas enferma y el sistema de salud te ponga dificultades para ser atendida por profesionales de la medicina o la enfermería. Sí, querida amiga, nosotros elegimos ser humanos.

Hoy, mientras que inmigrar no sea un derecho, queremos reivindicar contigo el derecho humano a migrar.

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